Los beneficios fiscales suponen una ventaja fiscal o ahorro para el contribuyente y sirven para reducir el pago en su declaración.
Los beneficios fiscales suponen una ventaja fiscal o ahorro para el contribuyente y sirven para reducir el pago en su declaración.
¿Qué son?
Son una serie de ventajas fiscales o ahorro que tiene el contribuyente para reducir el pago en la declaración. Estas ventajas están recogidas en la normativa y nos permiten ahorrar el pago de impuestos de forma totalmente válida.
Se aplican pudiendo ser exenciones, en las que el contribuyente no paga nada, o mediante disminuciones parciales de la cifra que sale a pagar.
Tipos de beneficios
Existen varios tipos de beneficios fiscales:
- Exención: permiten que una empresa o autónomo no pague un impuesto determinado.
- Deducción: reducen la base imponible del contribuyente por cumplir unos requisitos determinados.
- Reducción: se aminoran los ingresos de los impuestos.
- Bonificación: disminuye el tipo impositivo aplicable.
- Subvenciones: no son muy comunes pero existen algunas, como las de nuevos autónomos de hasta 2.000€.
Los beneficios fiscales se aplican tanto a empresas como a personas individuales, en el Impuesto sobre Sociedades, el IVA o el IRPF. Suelen tener un carácter social, laboral o medioambiental, y van dirigidos a determinadas personas que cumplan con una cualidad (por ejemplo, personas con minusvalías) o con una actuación determinada (acciones relacionadas con el medio ambiente). Se debe cumplir una serie de requisitos legales para poder acogerse a ellos, ya que de no ser así, se consideraría como fraude fiscal.
Estos beneficios, se recogen en el artículo 134.2 de la Constitución española, en el que se obliga a hacer una revisión anual de los Presupuestos de Gastos Fiscales, donde se incluyen estas ventajas fiscales. Algunos son aplicables a nivel nacional, pero otros pueden ser diferentes en cada Comunidad Autónoma. Así en algunas comunidades podremos disfrutar de determinados beneficios que en otras no.
Algunos ejemplos de beneficios fiscales son: las aportaciones a planes de pensiones, gastos en I+D en las empresas, gastos en hipotecas en viviendas habituales, donaciones a ONGs, por maternidad, etc.
Los beneficios fiscales más conocidos son los que se aplican en el IRPF, ya que afectan a todo el mundo. Pueden ser asociados por una actividad concreta, como por ejemplo deducción por el alquiler, por donativos, o por una condición de la persona o colectivo, como por ejemplo por familia numerosa.
En el Impuesto de Sociedades, también encontramos una serie de ventajas fiscales que permiten a las empresas obtener un ahorro, como beneficios a las entidades sin fines lucrativos o por reinversión en I+D+i.
En resumen, los beneficios fiscales permiten al contribuyente tener un ahorro por cumplir con determinados requisitos o actuaciones, siendo una herramienta para mejorar las actuaciones de los ciudadanos.