Aunque suena a algo muy complicado, es más simple de lo que parece. Básicamente, es como repartir el coste de tus ideas protegidas (como una marca o una patente) durante varios años porque, al igual que las zapatillas, las cosas también se desgastan y pierden valor con el tiempo.
Aunque suena a algo muy complicado, es más simple de lo que parece. Básicamente, es como repartir el coste de tus ideas protegidas (como una marca o una patente) durante varios años porque, al igual que las zapatillas, las cosas también se desgastan y pierden valor con el tiempo.
¿Qué se considera propiedad industrial?
La propiedad industrial incluye patentes, marcas, nombres comerciales, diseños industriales y otros activos que dan un derecho exclusivo de explotación. En otras palabras, es lo que hace que tu idea, invento o marca sea solo tuya y nadie más pueda usarla sin tu permiso.
¿Cuándo se amortiza la propiedad industrial?
La amortización de la propiedad industrial empieza desde el momento en que el activo está listo para ser usado. Esto quiere decir que, si registraste una patente el año pasado y la empezaste a explotar este año, el reloj de la amortización empieza a contar desde el momento de la explotación. Así que nada de dejar pasar el tiempo, cada año cuenta.
¿Quién puede amortizarla?
Aquí no hay exclusividades. Amortizar la propiedad industrial no es solo para grandes corporaciones; cualquier persona o empresa que posea un activo de propiedad industrial registrado puede hacerlo. Esto incluye a:
- Empresas grandes y pequeñas: Desde multinacionales con cientos de patentes hasta pequeños negocios locales con una marca registrada. Todos tienen el derecho y la obligación de amortizar sus activos industriales porque, al final, están usando un recurso que tiene valor y vida útil.
- Autónomos y freelancers: Si eres un creador independiente y has registrado una marca, diseño o patente, tú también puedes amortizar. Por ejemplo, si eres un diseñador gráfico que ha registrado un logo propio, puedes aplicar la amortización para repartir el coste de esa inversión.
- Startups y emprendedores: Para las startups, registrar patentes o marcas puede ser una de las primeras inversiones. Amortizar estos activos ayuda a reflejar de manera realista en las cuentas cómo ese dinero se va distribuyendo a lo largo del tiempo, lo cual es clave para planificar bien el crecimiento de la empresa.
- Personas jurídicas y físicas: No importa si eres una persona física (individuo) o jurídica (empresa). Siempre que tengas algo de propiedad industrial, puedes amortizarlo. Lo importante es que el activo esté registrado correctamente y que lo uses en tu actividad económica.
Vamos, que amortizar no es un privilegio reservado, es una herramienta para gestionar mejor tus inversiones y reflejar fielmente el valor de tus activos con el paso del tiempo. Además, amortizar correctamente puede ayudarte a reducir tu carga fiscal, porque estos importes se consideran gastos deducibles, lo que puede significar pagar menos impuestos.
Así que no importa el tamaño de tu proyecto, si tienes propiedad industrial, ¡tienes derecho a amortizar!
Tabla de amortización de la propiedad industrial
No te asustes con la palabra "tabla". Solo es una guía que te dice cuánto tiempo tienes para repartir el coste de tus activos. No es más que una guía que te ayuda a saber cuánto tiempo tienes para repartir el coste de tus activos industriales. En otras palabras, te indica durante cuántos años puedes restar un pedacito del valor de tu marca, patente o diseño en tu contabilidad.
Cada tipo de propiedad industrial tiene un periodo de tiempo (vida útil) durante el cual se puede amortizar. Este periodo está regulado y varía según el tipo de activo:
- Patentes y marcas: Se amortizan generalmente en un plazo de 10 años. Esto significa que cada año puedes restar el 10% del valor total de tu patente o marca. Es como si pagaras tu inversión a plazos, pero en vez de pagar, lo que haces es reflejar cómo se va “gastando” ese activo.
- Diseños industriales: Normalmente, la amortización va de 5 a 10 años, dependiendo del tipo de diseño y de las normativas aplicables. Por ejemplo, un diseño muy vinculado a una moda pasajera podría amortizarse en menos tiempo que uno que tenga más permanencia.
- Licencias de software: Aunque también se consideran propiedad industrial, se amortizan más rápido, en 3 a 5 años, ya que la tecnología avanza tan rápido que estos activos suelen volverse obsoletos antes.
- Modelos de utilidad: Similar a las patentes, su amortización suele rondar los 10 años, permitiendo que la inversión se divida en partes anuales iguales.
Cómo calcular la amortización
Hacer cálculos no es tan difícil, pero tiene su truco. Te contamos la fórmula:
(Valor del activo - Valor residual) / Vida útil = Amortización anual
Ejemplo sencillo: Si tu marca costó 10.000 €, sin valor residual y tiene una vida útil de 10 años, se amortiza 1.000 € por año. Fácil, ¿verdad? Es como dividir una pizza en partes iguales, solo que aquí las porciones son de dinero.
Ejemplos de amortización de propiedad industrial
Para que lo veas claro, aquí va un ejemplo:
Ejemplo 1: María registra una patente por 15.000 €. La vida útil de la patente es de 10 años. Cada año, María puede amortizar 1.500 €.
Ejemplo 2: Un diseño industrial registrado cuesta 8.000 € y tiene una vida útil de 5 años. La amortización anual será de 1.600 €.
¡Te ayudamos!
La amortización de la propiedad industrial es tu aliada para repartir el coste de tus patentes, marcas y diseños a lo largo del tiempo, reflejando mejor el valor de tu negocio y ayudándote a ahorrar en impuestos. Pero seamos sinceros, entre números, fórmulas y normativas, esto puede ser un lío. Y aquí es donde en TaxDown te ayudamos.
¿Por qué romperte la cabeza intentando hacer cálculos correctamente cuando puedes contar con TaxDown? Con nuestra plataforma, te olvidas de cálculos complicados. Nuestro expertos fiscales se encargan de que tus cálculos estén siempre al día y ajustados a la normativa, optimizando tus impuestos para que no pagues ni un euro de más. ¡Pruébalo y descubre nuestro servicio!