El sujeto activo es quien tiene el derecho de exigir el cumplimiento de una obligación, ya sea en contratos, deudas o impuestos. Vamos, es el que dice: "Paga lo que debes"
El sujeto activo es quien tiene el derecho de exigir el cumplimiento de una obligación, ya sea en contratos, deudas o impuestos. Vamos, es el que dice: "Paga lo que debes"
¿Qué es el sujeto activo?
En una relación jurídica, el sujeto activo es la persona física o jurídica que puede reclamar el cumplimiento de una obligación a otra persona, conocida como sujeto pasivo. Por ejemplo, en un contrato de compraventa, el vendedor es el sujeto activo que espera recibir el pago del comprador, quien sería el sujeto pasivo.
En el ámbito tributario, el sujeto activo suele ser una entidad pública, como Hacienda en España, que tiene la potestad de exigir el pago de tributos. El sujeto pasivo, en cambio, es la persona física o jurídica que debe cumplir con estas obligaciones tributarias, como los contribuyentes.
Diferencias con el sujeto pasivo
La principal diferencia entre el sujeto activo y el sujeto pasivo radica en sus roles dentro de la obligación:
- Sujeto activo: Es quien tiene el derecho de exigir el cumplimiento de la obligación. Por ejemplo, en una deuda, el acreedor es el sujeto activo que espera recibir el pago.
- Sujeto pasivo: Es quien está obligado a cumplir con la obligación. Siguiendo el ejemplo anterior, el deudor sería el sujeto pasivo que debe realizar el pago.
En resumen, el sujeto activo es el que tiene la sartén por el mango en una relación jurídica, mientras que el sujeto pasivo es quien debe cumplir con la obligación establecida.
Otras diferencias entre el sujeto activo y el pasivo son las siguientes:
- Los sujetos activos solo pueden ser personas jurídicas y del sector público.
- En cambio, los sujetos pasivos pueden ser personas físicas o jurídicas.
- El sujeto activo exige que se cumpla una deuda tributaria gracias a la ley, no gracias a un contrato.
- En ese sentido, el sujeto pasivo está sujeto a una obligación, tampoco ha firmado ningún contrato con la otra parte.
- El sujeto activo siempre es el mismo en una obligación tributaria, por ejemplo, en el IRPF, es Hacienda. Y el sujeto pasivo son múltiples, que son los diferentes contribuyentes.
- La recaudación que pide el sujeto activo no es para su propio beneficio, sino que es para el beneficio del sujeto pasivo. Por ejemplo, esto ocurre con los gastos públicos.
¿Y puede una persona ser sujeto activo y pasivo a la vez? Sí, en algunas relaciones contractuales complejas, una persona puede tener derechos y obligaciones simultáneamente, actuando como sujeto activo en una parte y como sujeto pasivo en otra.