Así se llama al Estado como figura recaudadora de impuestos.
Así se llama al Estado como figura recaudadora de impuestos.
Qué es el fisco y significado
“¡Que viene el fisco!”, además de ser un mítico título de un cómic de Mortadelo y Filemón, puede servir como frase de advertencia entre evasores fiscales. ¿Por qué? Porque el fisco es el Estado, pero haciendo referencia a su labor como recaudador de impuestos.
Es decir, que el fisco no contempla al Estado como un todo, sino solo a su labor como persona jurídica que NO solo contempla recaudar impuestos, sino también solucionar problemas de interés general. Además. Dentro de la definición de “fisco” también podríamos incluir todos sus patrimonios.
Muchos expertos también entienden al fisco como el Estado considerado como persona jurídica de derecho público.
Quizá nos hemos complicado un poco la vida definiéndote el fisco. Porque también es válido decir que fisco y Hacienda son sinónimos. Así se entiende mejor, ¿verdad?
¿De dónde viene la palabra?
Como la mayoría de nuestro lenguaje, fisco proviene del latín “fiscus”. El “fiscus” era una especie de canasta donde se guardaban los alimentos como el queso o las aceitunas y que, más tarde, se usó para guardar el dinero que se recaudaba a través de impuestos.
Esos impuestos se destinaban para redistribuir la riqueza y conseguir una sociedad más justa... vale, no. Estamos hablando del Imperio Romano, así que los impuestos recaudados a través del “fiscus” iban destinados a mantener el patrimonio del emperador de turno. Luego estaba el “aerarium” (el origen de la palabra erario, que seguimos usando a día de hoy), que era la recaudación de impuestos para mantener el patrimonio del Senado y, ahora sí, algunos gastos públicos.
Es decir, que “fiscus” y “aerarium” iban por libre, hasta que se unificaron y se llamó “fiscus” a ambas funciones recaudatorias, creando una persona jurídica de derecho privado que tenía poder para legislar, recaudar y distribuir.