Arrendador y Arrendatario:
Quién es quién

En el mundillo de los alquileres, arrendador y arrendatario son como esos primos que siempre confundes en las reuniones familiares: te suenan, pero no tienes claro quién es quién. ¡Tranquilo! Aquí estamos para despejar dudas y dejarte claro qué papel juega cada uno en el contrato de alquiler. ¿Preparado para entenderlo de una vez por todas? ¡Vamos a ello! 

¿Qué es un arrendador? 

El arrendador es la persona que posee una propiedad y la alquila a otra persona. En otras palabras, es el propietario que cede el uso de su inmueble a cambio de una renta mensual.  

Obligaciones y derechos del arrendador 

El arrendador tiene varias responsabilidades y derechos: 

• Mantener la vivienda en condiciones habitables: El arrendador tiene que encargarse de que la casa no se caiga a pedazos. ¿No funciona la caldera? Eso corre por su cuenta. Al fin y al cabo, la vivienda debe ser un lugar seguro y cómodo para vivir. 

• Respetar la privacidad del inquilino: Nada de aparecer sin avisar con la excusa de “solo quería echar un vistazo”. Salvo en casos de emergencia (y hablamos de emergencias reales, no curiosidad), el arrendador no puede entrar a la casa sin el permiso del inquilino. 

• Cobrar la renta acordada: Por supuesto, el arrendador tiene derecho a recibir su dinerito. Pero ojo, debe ser según lo pactado en el contrato, ni un euro más ni un euro menos.  

¿Qué es un arrendatario? 

El arrendatario, comúnmente conocido como inquilino, es la persona que alquila la propiedad del arrendador para su uso y disfrute, pagando una renta por ello, claro. 

Obligaciones y derechos del arrendatario 

El arrendatario también tiene sus propias responsabilidades y derechos: 

• Pagar la renta puntualmente: Como buen inquilino, tu misión es abonar el alquiler tal y como se acordó en el contrato. Nada de excusas.  

• Cuidar la propiedad: La casa no es tuya, pero tampoco vale tratarla como un decorado de película de acción. Los pequeños arreglos que surjan por el uso diario, como cambiar una bombilla o apretar un tornillo suelto, son cosa tuya.  

• Utilizar la vivienda según lo pactado: Si el contrato dice que es para vivir, olvídate de montar una discoteca o un zoológico. Usa la casa para lo que toca, y así todos contentos.  

Resumiendo: diferencias principales entre ambos 

Si aún así, no te queda del todo claro, te enseñamos una tabla comparativa con las principales diferencias entre arrendador y arrendatario: 

Implicaciones fiscales para arrendadores y arrendatarios 

Cuando se habla de alquileres, no todo es acordar cuánto pagar o quién cambia la bombilla. Hacienda también quiere su parte del pastel, así que arrendadores e inquilinos tienen sus obligaciones fiscales bien marcaditas. ¡Vamos a explicarlas sin que te den ganas de llorar! 

Para el arrendador: ¿Qué pasa con tus ingresos por alquiler? 

Si eres arrendador, enhorabuena, tus ingresos por alquilar esa casa no solo te pagan el gimnasio, también cuentan como rendimientos del capital inmobiliario. ¿Y qué significa eso? Que tendrás que declararlos en tu Declaración de la Renta. ¡Pero calma! Porque también puedes deducir ciertos gastos relacionados con la vivienda como: 

• Reparaciones y mantenimiento (como arreglar esa persiana rebelde). 

• Gastos de comunidad y suministros si los pagas tú. 

• Impuestos municipales como el IBI. 

• Incluso la amortización del inmueble, que es una forma elegante de decir que la casa pierde valor con el tiempo. 

Eso sí, todo esto tiene sus requisitos y reglas. Así que mejor lleva bien las cuentas y guarda tus facturas como si fueran un tesoro. 

Para el arrendatario: ¿Sabías que podrías tener que pagar el ITP? 

Si eres inquilino, puede que pienses: “Yo solo pago el alquiler, aquí Hacienda no tiene nada que ver”. ¡Error! En algunas comunidades autónomas, cuando firmas un contrato de alquiler, estás obligado a pagar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP). 

No te asustes, que no es un dineral. El importe varía según el alquiler mensual y la normativa de cada región. ¿Y cómo se paga? Rellenas un formulario (el famoso modelo 600) y pagas el impuesto. Aunque si no lo tienes muy claro, lo mejor es consultar con un experto para no perderte entre papeleo. Y en TaxDown, tenemos a los mejores 😉 

Y si el alquiler es tu vivienda habitual... 

Tanto arrendadores como arrendatarios tienen algunos beneficios fiscales si la vivienda alquilada es habitual: 

• Arrendador: Puedes aplicar una reducción del 60% sobre los ingresos por alquiler. Eso sí, esto solo vale si tu inquilino usa la casa como vivienda habitual y declaras todo de forma correcta. ¡Nada de cobrar en negro! 

• Arrendatario: Dependiendo de la comunidad autónoma, podrías desgravar parte de tu alquiler en la declaración. Un alivio pequeño, pero un alivio al fin y al cabo. 

Cuidado con las multas 

Ojo, que si alguno de los dos no cumple con sus obligaciones fiscales, Hacienda no se anda con bromas. Si eres arrendador y te olvidas de declarar los ingresos por alquiler, podrías recibir una sanción que te deja temblando. Y si eres inquilino y no pagas el ITP, también puedes tener problemas. 

Así que lo mejor es hacer las cosas bien desde el principio. Si ves que esto te suena a chino mandarín, mejor busca ayuda profesional. 

¿Cómo puede TaxDown ayudarte con tus obligaciones fiscales con el alquiler? 

En TaxDown, entendemos que las cuestiones fiscales pueden ser un dolor de cabeza. Por eso, te ayudamos con asesoramiento personalizado para que tanto arrendadores como arrendatarios cumplan con sus obligaciones fiscales sin complicaciones. Te ayudamos a preparar y presentar tu declaración de la renta, asegurándonos de que aproveches todas las deducciones y beneficios fiscales disponibles con tu alquiler. 

Además, te mantenemos informado sobre cualquier cambio en la legislación fiscal que pueda afectarte, para que siempre estés al día y evites sanciones. ¡Pruébanos y comienza a ahorrar!